logo twDiana Fernández

Donald Trump humillado. El presidente de Estados Unidos ha sufrido un batacazo de peso en su legislatura dentro de su propio partido. La reforma sanitaria que planteaba para tirar por tierra el conocido Obamacare, ha sido tirada de plano por la Cámara de Representantes después de no conseguir los votos necesarios para llevar la propuesta adelante a pesar de tener la mayoría.

Una vez asumida la derrota, y la humillación ante todos los focos que le apuntan, Trump ha lanzado un órdago: su reforma se impondrá «cuando el Obamacare explote». El magnate había llevado a cabo duras negociaciones para llevar a cabo su plan sanitario pero ni ofreciendo la eliminación de prestaciones ha podido convencer a los de su equipo. Más de 20 millones de americanos se han beneficiado de la política sanitaria impulsada por Barack Obama, pero eso no ha sido suficiente para unir en este asunto a la Cámara de Representantes que ha mantenido divididos a los diferentes miembros desde que esta se instaló en 2010.

Según ha estudiado la Oficina Presupuestaria del Congreso, el proyecto que quiere instalar Trump en la vida de los estadounidenses dejaría sin seguro médico a más de 14 millones de personas en el próximo año llegando a dejar sin atención de este tipo de 50 millones aproximadamente. Esta oferta escondida en la promesa estrella del presidente americano no ha conseguido convencer ni al Freedom Caucus que supone el ala más derechista de los republicanos que conforman la Cámara.

Paul Ryan, el portavoz de la Casa Blanca compareció tras la derrota apuntando que «estuvimos muy cerca pero no alcanzamos el consenso. Por eso creo que lo más inteligente era no proceder a la votación y retirar el proyecto». La votación estaba prevista para la tarde de hoy pero finalmente se suspendió ante la evidente falta de acuerdo. Ryan aseguró que «viviremos con el Obamacare en un futuro próximo. No tenemos suficientes apoyos y hemos fallado, nos faltaban entre 10 y 15 votos, pero no es el fin de la historia, quedan muchos proyectos por delante».

El plan sanitario de Trump supone eliminar el Medicaid, que beneficia a las personas de ingresos bajos ya que es financiado por el Gobierno federal. Así mismo elimina la obligación de tener vigente un seguro médico lo que da carta blanca a las aseguradoras ya que implicaría una subida en las pólizas.