logo twÁlex Martín

El Sevilla ha vencido al Leicester City en el Ramón Sánchez Pizjuan por dos goles a uno. El equipo dirigido por Jorge Sampaoli ha vencido a su homólogo en el conjunto inglés, el italiano Claudio Ranieri, de forma agónica después de que Jamie Vardy acortara distancias a los tantos de Sarabia, en el minuto 24 y Joaquín Correa, en el 62.

El equipo sevillista deja la victoria en su estadio, con más sufrimiento del esperado, después de que poner tierra de por medio con los dos goles, Vardy pusiera el miedo en el cuerpo de la afición sevillista, que se va con una sensación agridulce del partido de ida de los octavos de final de la Liga de Campeones.

El Sevilla, a buen nivel

El equipo de la capital hispalense entró en el partido muy concentrado, con ambición y con ganas de llevarse el partido y marcharse a Inglaterra para el partido de vuelta con una buena renta de goles, cosa que al final no sucedió gracias al gol del Leicester City.

En el minuto 24, es cuando el Sevilla inauguró el marcador. En el minuto 24, Sarabia batió a Schmeichel, portero del Leicester City, para poner el 1-0 en el electrónico del Ramón Sánchez Pizjuan, que desató la euforia tras el primer gol de su equipo en el inicio de la eliminatoria.

A la vuelta del descanso, los jugadores dirigidos por Jorge Sampaoli sacaron su mejor versión, tanto en juego como en ocasiones de gol. Aun así, no fue hasta el minuto 62, cuando el equipo español logró marcar el segundo gol para poner tierra de por medio con el Leicester City, que se complicaba la eliminatoria con esos dos goles de desventaja, tras el tanto de Joaquín Correa.

El Leicester deja viva la eliminatoria

El vigente campeón de la Premier League, a pesar de la desventaja con la que contaba, quería demostrar que no se daba por vencido, y era capaz de dejar viva la eliminatoria para el partido de vuelta, en Inglaterra, en el terreno del equipo azul, una de las grandes sorpresas de la Champions.

En el minuto 73, Jamie Vardy, uno de los mejores jugadores del equipo azul y dorado, batió a Sergio Rico y puso el 2-1 definitivo en el marcador del Ramón Sánchez Pizjuan, que recibió un jarro de agua fría al ver que su equipo dejaba escapar un gol y dejaba viva la ronda de octavos de final de la Liga de Campeones.