Diana Fernández – @diana_Fedz


Pablo Iglesias le fulminó. Podemos echó raíces en la protesta y en la retórica contra la casta, la transparencia y la lucha por la justicia rompiendo con el bipartidismo. Sergio Pascual, mano derecha de Errejón sacudió la imagen pública de la formación tras su cese en plena guerra interna del partido. Múltiples desacuerdos con el secretario general le llevaron a no alcanzar la gloria política. Mientras los máximos dirigentes se enfrentaban para devorar el poder del contrario acusando a la prensa de querer promocionarse a través de falsos titulares anunciando la crisis del partido, Sergio Pascual cayó de la primera línea. No era diálogo, el Podemos del 15-M se había roto.

Las urnas hicieron al partido posicionarse como tercera fuerza política. La liturgia y la cercanía de la que hacen gala les ha llevado a ser el partido de la gente. Transparencia es uno de los lemas que ha acompañado cada acto público. En una cafetería próxima al Congreso de los Diputados, finalmente accedió a conversar el que fuera secretario de Organización del partido. Esquivo, distante y con una firme defensa de la unión de Podemos, pude hablar con quien quedó en las antesalas del poder por jugar en el campo contrario del líder, Sergio Pascual.

Según Pascual, «Podemos no ha sufrido una división sino un proceso de análisis» y una vez resuelto necesitan «remar». División que le costó el puesto a él y más de una decena de cargos del partido incluyendo la salida de Carolina Bescansa o Luis Alegre. Uno de los puntos de desencuentro aunque a su juicio «no había diferencias abismales entre programas» era la alianza con Izquierda Unida. Entiende que «depende para qué la unión con el partido de Alberto Garzón es muy natural. La lógica es ir viendo en cada momento si tiene sentido las coaliciones electorales». Errejón apostaba por el «no» con ayuda de la corriente anticapitalista y Pablo Iglesias apostaba por un pacto de caballeros dejando a Garzón fuera de las portavocías, pero según Pascual, «con el tiempo habrá que evaluar si todas las partes están de acuerdo y hablamos en base a resultados para darle o no continuidad».

La imagen de Podemos peligró cuando la Asociación de Prensa de Madrid hizo pública una petición al partido para que dejase de acosar a periodistas. El País publicaba minutos más tarde una serie de mensajes recogidos por profesionales que habían sufrido amenazas por parte de la formación morada. La respuesta de Pablo Iglesias fue inmediata y retó a la APM a medirse en los tribunales. Pascual desmiente cualquier ejercicio de presión sobre la prensa y apunta que «el comunicado no es noticia. Tratamos a la prensa como cualquier otro equipo».

La candidatura de Susana Díaz

La política aún anda a la espera de que el PSOE termine de definir un proyecto para poder compaginar actividades. Podemos planteó una moción de censura a Mariano Rajoy para sacarle de La Moncloa dando paso a cualquier candidato socialista. Una vez que Susana Díaz ha oficializado su candidatura, Pascual asegura que «dejará un hueco importante en las labores a realizar como presidenta de la Junta de Andalucía». ¿Es la mejor candidata para Podemos?. Sergio Pascual ajeno durante la entrevista a cualquier asunto que incluya asomarse al terreno del secretario general, apostilla que «no estoy en la dirección, no voy a opinar de terceros».

Los problemas estructurales que ha tenido el partido incluyendo dimisiones, destituciones, relaciones epistolares entre líderes o una conocida ‘abuela de Podemos’ pidiendo paz en ese duelo de titanes que comenzaron Errejón e Iglesias, se aleja mucho de la palabra crisis según Sergio Pascual. Lo que etiqueta como «proceso interno» que es como hacía el partido antes de que las evidencias hicieran innnegable llamarlo crisis interna, ya ha finalizado según él. Y a pesar de que la nueva realidad es que Errejón ha pasado a la segunda fila dentro del Congreso junto a sus ediles, Pascual sigue encubriendo los síntomas de la grieta del partido. ¿Qué cree que opina el votante?. Y de nuevo apunta ingenuamente que desconoce «la lectura externa que se hace». En Vistalegre II Podemos arriesgó su hegemonía y la perdió ante un votante cautivo por las promesas de un equipo ahora roto, ¿Volverá el Podemos de 15-M?. «Ese Podemos nunca se fue».