Durante la jornada de ayer el presidente de Cataluña, Puigdemont, envió una misiva a Mariano Rajoy en la que recogía la impronta necesidad de cerrar una fecha para la celebración del referéndum. El presidente del Gobierno ha respondido esta misma mañana asegurando que sus intenciones suponen una «grave amenaza al orden constitucional vigente» por lo que ha descartado bajo cualquier concepto la negociación del referéndum.
Mariano Rajoy ha vuelto a invitar a Puigdemont a explicar su propuesta durante un pleno en el Congreso, porque «lo que no cabe», advierte, «es plantear una negociación a espaldas de los verdaderos cauces democráticos y de la ley». no obstante ha reiterado que el debate que pretende el presidente catalán»tiene como único límite el respeto a la soberanía nacional y al Estado de Derecho que rige». Hace referencia además a los encuentros privados que ambos han mantenido apuntando que «ni usted ni yo tenemos capacidad para negociar sobre aquello de lo que no disponemos». Por lo que «considero inexcusable volverle a reiterar no solo la imposibilidad de tomar parte en aquello que propone, sino también la imposibilidad de que su Gobierno plantee tan grave amenaza a la convivencia y al orden constitucional».
Rajoy ha recordado a Puigdemont en su misiva que el orden constitucional «que consagra para todos un Estado democrático y de derecho con plenas garantías, también prevé mecanismos para plantear toda clase de aspiraciones políticas, siempre y cuando se proceda por los cauces democráticamente previstos y conciten el apoyo parlamentario necesario».
El dirigente nacional recuerda que ya ha explicado a Puigdemont en numerosas ocasiones que debe atender en sus obligaciones nacionales y ha rechazado de plano la propuesta de un debate para que Cataluña se independice. Rajoy expone en su contestación de nuevo su «voluntad de dialogar y de llegar a acuerdos con la Generalitat de Cataluña, como con cualquier otro gobierno autonómico, plena y sincera»