logo twMarcos H. De la Morena 

Si bien hace unos días se le consideraba como el mayor aspirante a hacerse con la candidatura de  François Fillon, Alain Juppé, ex primer ministro francés y actual alcalde de Burdeos, se ha negado esta misma mañana a ocupar ese puesto, debido según el a la radicalización del ahora mismo candidato y todos sus seguidores.

Fillon ha llegado a comentar públicamente que se considera víctima de un asesinato político, al estar a punto de ser imputado por irregularidades en los sueldos de su esposa y varios familiares más. Tras el rechazo de Juppé, los conservadores se encuentran sin ninguna opción para acudir limpios a las urnas, por lo que se vaticina un desastre electoral según las encuestas de los últimos días.

Según los medios franceses, Juppé estaba decidido erigirse como candidato hasta el pasado domingo, buscando incluso el apoyo del expresidente Nicolas Sarkozy. Sin embargo, algo parece haber cambiado en el día de hoy, ya que, según ha comentado a la prensa, recibió diversas llamadas que le habrían hecho dudar y reflexionar sobre la importancia de sus acciones en este sentido.

“Tras mucho reflexionar, me di cuenta de que no sería capaz de unir a todo el partido antes de las elecciones”, ha querido enfatizar. Gran parte de esta decisión la tienen, según el propio Juppé, los discursos de Fillon y su negativa tras pedírsele que dimitiera, y también su programa electoral, apoyado por el ala más radical del partido.

El actual candidato habría declarado que “nadie puede impedirme ser el candidato. Fui designado democráticamente, así que no es el partido quien debe tomar esta decisión. En los pasillos no se va a arreglar nada”. Además, ha añadido que su ‘programa radical’, como lo ha renombrado Juppé, es el que apoyaron los votantes de la derecha en las primarias, donde derrotó al propio ex primer ministro. “Una candidatura improvisada llevará al fracaso”, ha querido concluir Fillon.


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