Theresa May está a punto e embarcarse en las negociaciones para el Brexit y ahora intenta aplazar el referendum que quiere convocar Sturgeon, primera ministra de Escocia. Este fin de semana el partido nacionalista ha hecho una exhibición de fuerza para dejar claro a May que no va a ceder y que celebrará el referéndum antes de que Reino Unido esté fuera de la Unión Europea.
Sturgeon ha avisado a Theresa May que el primer intento que haga la primera ministra británica de frenar la consulta de Escocia, «causaría un daño irreparable a la noción del Reino Unido» con la consiguiente crisis constitucional». La dirigente de SNP ha apuntado que «si la principal preocupación de May es la fecha me daría por contenta debatiendo con ella una solución razonable. El voto debería producirse cuando estén claros los términos finales del Bréxito, pero antes de que sea demasiado tarde para poder elegir otro camino.» Sturgeon pretende realizar la consulta antes de 2019, pero Theresa May ha rechazado de plano la propuesta.
El 18 de septiembre de 2014 los militantes rechazaron la independencia con 11 puntos de diferencia, ganando la permanencia con un 63% y desde entonces la militancia del SNP se ha triplicado. A pesar de los resultados Sturgeon volvió a proponer un referéndum 24 horas después de que se rechazase.
La ministra principal escocesa, Nicola Sturgeon clausuró ayer el congreso de su partido dejando abierta «otras opciones» en caso de que el Parlamento bloqueara la convocatoria del referéndum. Hizo un llamamiento a los que no comulgan del todo con la independencia. “Cualesquiera que sean nuestras diferentes opiniones sobre la independencia, podemos unirnos en torno a un principio simple: el futuro de Escocia debe ser decidido por los escoceses” apuntó Sturgeon.
La primera ministra de Escocia ha apuntado que «vamos a pedir a nuestro Parlamento el permiso y la autoridad legal para que el pueblo de Escocia tenga una capaidad de elección. Si la mayoría aprueba esta propuesta la primera ministra debe tener algo claro, muy claro: el referéndum justo, legal y consensuado ya no será una propuesta mía sino la del Parlamento escocés elegido democraticamente».