Son muy pocos los últimos casos judicializados y mediáticos, con su investigación en manos de la UDEF, UDYCO o de la UCO, que no están cuestionados. Pasó el tiempo en que lo escrito por los funcionarios encargados de las investigaciones sumariales era, casi, para un Juez o un Fiscal, “la palabra de Dios”. Muchos de los miembros de la Judicatura ya se han caído del guindo y ponen especial atención en la lectura de los informes cuyo membrete en su parte superior izquierda pone ‘Ministerio del Interior’, a pesar del escaso tiempo que tienen para prestarles la atención que debieran.

Hace pocos días El Mundo Financiero se hacía eco de la Operación Lingotes, una presunta estafa ocurrida en Zaragoza de empresarios del sector de la chatarra y de los tres clasificadores de la mercancía -trabajadores de la empresa Arcelormittal Zaragoza- que eran los encargados de su pesaje y clasificación. Según un informe anónimo recibido el 13 de marzo de 2013 en el fax de la multinacional, los clasificadores en connivencia con los chatarreros falseaban el porcentaje de áridos en la carga, hacia la baja, con objeto de percibir una comisión a cambio.

Se da la circunstancia de que la denuncia parte del fax número 976XXXXXX, que pertenece a una empresa de ingeniería del hermano del gerente de Arcelormittal Zaragoza, JTD. Lo que resulta obvio para cualquier persona (¿quién está detrás del anónimo de la denuncia?), no lo cuestionará sin embargo el Inspector Nº 96996 Jefe del Grupo de Robos y Atracos de Zaragoza.

Pero no es la primera vez que Arcelormittal acude a los juzgados por presuntas estafas de sus proveedores, que con sentencias favorables les podrían hacer mejorar sus resultados financieros. En las fechas de la supuesta trama (año 2013), la empresa estaba inmersa en una profunda crisis que le obligaría a echar a 1.285 trabajadores de la factoría de Lieja, a vender entre otras factorías la de Zaragoza y cerrar más adelante la de Zumárraga.

Efectivamente, algo similar a la supuesta estafa que se dirime en la actualidad en el Juzgado de Instrucción Nº 7 de Zaragoza en la llamada “Operación Lingotes” (cuyo origen está en el anónimo ya referido de marzo de 2013) se gestaba de forma paralela y obligaba al Juzgado de Avilés a la apertura de las Diligencias Previas por la presunta estafa, valorada por encima del millón de euros, que se había realizado a Arcelormittal España, en sus factorías de Avilés y Gijón, por la mercantil Cortravel SL, siendo el ‘modus operandi’ similar: se falsificaba el pesaje de la mercancía que suministraban, en éste caso cal gruesa, cal fina, dolomía y caliza. Aquí, la Audiencia Provincial de Asturias, el 16 de noviembre de 2016, fallaría a favor de Cortravel.

Si todo lo anterior es para tener en consideración, más lo es saber que los informes policiales, presentados ante el Juez Instructor de la “Operación Lingotes”, están llenos de falsedades y/o errores. ¿Por qué?

El caso se inició el 17 de abril de 2015, cuando un clasificador de Arcelormittal, JBM, era asaltado por dos personas en el garaje de su casa alrededor de las 5 de la mañana. Los asaltantes, dos hombres cubiertos con pasamontañas, le acompañaron a su domicilio, donde descansaba su señora. En el asalto, según declaró en atestado JBM, sólo le robaron dos móviles: el suyo un IPHONE 6 y el de su pareja. De ese móvil se dirá en el primer informe emitido por el Grupo de Atracos de la Brigada Regional de Policía Judicial (con fecha 22 de abril) que fue localizado el mismo día del robo en el Km 512 de la Autovía A-2.

¿Tenía por objeto esta “información” que el Instructor del Juzgado de Instrucción Nº 7 reabriese las diligencias que había archivado el 18 de abril? El hecho sorprendente, a más abundamiento, es que en un posterior informe de 4 de mayo se demostrará por los postes repetidores de señal de telefonía que los supuestos asaltantes huyeron en coche dirección Madrid, no Barcelona.

 En un nuevo informe policial se dice que el móvil se encontró el día 18 de abril (en lugar del día 17), y que tras ser localizado en la mediana de la autovía se tuvo que recoger, sin esperar a que lo hiciera la Policía Judicial -como era preceptivo- ya que se puso a llover y a granizar. La Agencia Estatal de Meteorología, AEMET, certifica que en las estaciones meteorológicas de Morata de Jalón y la de Saviñán, situadas donde supuestamente se recogió el móvil porque estaba jarreando, no se recogieron precipitaciones de lluvia y menos de granizo los días 17, 18 y 19 de abril de 2015.