¿Alguna vez te has preguntado qué se siente al volante de un superdeportivo? DF Global Press se ha desplazado a Sotogrande (Cádiz) para asistir a un evento privado del prestigioso club automovilístico SM Club Motor. Tuvimos la oportunidad de probar uno de los “toros” de la marca italiana Lamborghini. Su nombre: Gallardo.
Antes de eso, Ventura Fernandez, presidente de la compañía, se prestó a mostrarnos los secretos de un club del lujo automovilístico. Ferrari, Porsche, McLaren, Mercedes, Bentley, Rolls Royce.. La discreción y la elegancia forman parte de los pilares de la empresa. La mayor ventaja competitiva con la que cuenta SM Club Motor es siempre la cercanía con el cliente, y sobre todo, su amor por los automoviles. «Un coche no se compra, se vive», son las palabras del propio presidente del club, quien es un apasionado de los superdeportivos y su más ferviente defensor en la zona. Y es que realmente, un negocio como este no puede comprenderse sin pasión.
Dos mundos. Un escaparate al servicio del lujo y un taller exclusivo dividen las dos partes fundamentales de la automoción en universos diferentes. Los modelos más exclusivos del sector se recogen en la segunda planta en un taller al más puro estilo ‘bunker’ en el que cada vehículo cuenta con un cuidado independiente y amoldable a sus características. El suelo gris y brillante aparece tras una puerta roja y abre un mundo de elegancia y lujo. Más de 40 modelos de ediciones limitadas conforman el garaje de SM Club Motor, desde un Mercedes 190 SL hasta el inmortal Jaguar E-Type, pasando por los conocidísimos La Ferrari, Enzo Ferrari o Porsche 911 Carrera . Tantos caballos juntos emanan el aroma de la tradición y del amor por la velocidad. Y entre todos ellos, distinguimos uno en particular, con un amarillo tan vivo que solo puede tener un miura como simbolo, y que eriza la piel con solo mirarlo. Hablamos del inigualable Lamborghini Gallardo.
315 km/h de punta, y de 0-100 en 4 segundos
Nada más subir al coche, te invade la sensación de estar en un auténtico coche de carreras. La posición del conductor es baja y agresiva; el volante, justo delante del pecho. El emblema, grande ante nuestra vista, recuerda siempre en que clase de bestia estamos montados. Por último, lo fundamental: el corazón, un motor V10 de más de 500 caballos, situado detrás de los asientos, y que ruge con el mínimo toque de acelerador, pareciendo estar conectado de alguna manera directamente al piloto.
Llega el momento de arrancarlo… el estruendo del motor nos avisa de que hemos despertado a una bestia que no dudará en embestir si no se la respeta.
Los dueños del club explican a DF Global Press las características del coche: cuenta con una caja secuencial integrada en el volante al más puro estilo de un Fórmula 1. Llega el momento de ponerse en marcha. El rugido de los motores invade la calle y sientes un escalofrío que sube por la espalda. Las sensaciones al volante son increíbles; la dirección es dura y directa; el cambio de marcha es agresivo, incluso puede notarse un pequeño corte en el gas entre marcha y marcha debido a la transmisión robótica de monodisco (más lenta que una transmisión de doble embrague).
El conductor siente cómo el coche se pega a la carretera, ya que al tener un centro de gravedad bajo hace que el coche tenga una alta estabilidad, lo que aumenta considerablemente la velocidad en curva. Aunque parezca que un coche deportivo es incómodo, la verdad es que los asientos proporcionan una sujeción total del cuerpo ligeramente tumbado y bajo, muy distinta a la de los turismos estándar.
La deportividad mas exótica
Mientras seguía la ruta, varios entusiastas del motor sacaban a la calle sus vehículos dentro de un evento organizado por SM Club Motor. Los coches son custodiados y cuidados por el club, que organiza en fechas señaladas una “escapada” para sus clientes se reúnan con gente con su misma pasión y disfruten de sus coches en compañía.
El evento tuvo como protagonistas a modelos tan emblemáticos como Ferrari 430 scuderia, Porsche Gemballa , Lamborgini Gallardo, Ferrari 360 Módena o BMW I8, entre otros. El trayecto fue por carretera hasta llegar a un restaurante donde, después de una sesión fotográfica, los asistentes disfrutaron de una gran comida.
Tras el banquete, toca volver de nuevo al club. Antes de lo que pueda uno darse cuenta el día ya ha pasado, y es que el día parece correr más rápido que estos superdeportivos, donde las horas parecen minutos. En el camino de vuelta, es inevitable repasar mentalmente la historia de Lamborghini, de cómo una industria de maquinaria pesada puede convertirse en uno de los exponentes de coches exóticos más conocidos del planeta.
Quizás mucha gente se pregunte: ¿para qué quieres tantos caballos en un coche? Son coches al fin y al cabo, ¿verdad?.