logo twÁlex Martín

El mundo del fútbol siempre es imprevisible. Un equipo puede estar dado por muerto, como ha sido el caso del F.C. Barcelona en esta eliminatoria de octavos de final de la Liga de Campeones. Sin embargo, ha sabido superarse a sí mismo para endorsar seis goles al PSG y pasar a la siguiente ronda.

El equipo azulgrana ha obrado el milagro de la remontada, y ha logrado eliminar al conjunto dirigido por Unai Emery para estar en el sorteo de los cuartos de final de la máxima competición continental, que cuenta con Real Madrid, Bayern y Borussia Dortmund.

En el minuto 3, comenzó la remontada. Un pequeño barullo en el área defendida por Kevin Trapp fue aprovechada por el delantero uruguayo Luis Suárez, que puso el 1-0 en el marcador y metió a su afición en el partido, y, por tanto, en la eliminatoria.

El segundo gol del partido fue obra de Kurzawa, en propia puerta. Hubo un malentendido entre los defensores del París Saint Germain, y, con la colaboración de Andrés Iniesta, el lateral introdujo el balón dentro de su propia portería.

El tercer tanto del equipo dirigido por Luis Enrique se hizo esperar a la segunda parte. En los primeros minutos, Messi transformó un penalti, batiendo a Trapp y acercando la esperanza de poder revertir el 4-0 de la ida para el equipo de la Ciudad Condal.

Sin embargo, los jugadores de la capital de Francia tenían algo que decir. El baluarte del París Saint Germain, el uruguayo Edison Cavani, batió a Ter Stegen para echar un jarro de agua fría en la afición, que veía como el sueño se esfumaba.

Por otra parte, la locura todavía estaba por llegar. El extremo brasileño Neymar, el único de los tres delanteros del F.C. Barcelona que aún no había marcado, batió a Trapp para poner el 4-1 y dejar la eliminatoria al alcance de los dedos.

El mismo jugador, unos minutos después, volvía a marcar, en esta ocasión de falta directa. Neymar, con un disparo inapelable, marcaba sin que Kevin Trapp pudiera hacer nada para evitar el 5-1 en el electrónico del Camp Nou y forzar la prórroga.

Finalmente, Sergi Roberto, rematando un centro, puso el 6-1 definitivo que hizo que la afición blaugrana estallara de alegría al ver que no se quedaba fuera de la primera ronda de eliminatorias de la Liga de Campeones, y respira aliviada por el momento.